Uno de los elementos más atractivos de la cerveza es el hecho de que puede ser elaborada en cualquier parte del mundo con agua, oligomineral o no, con cereales (cebada, trigo, kamut, avena, arroz, maíz, malta, ...) con lúpulo (antibacteriano y conservante) amargo y aromático, con levadura, con yuca, cacao, castañas, mirra, jengibre, especias del Himalaya, nuez de palma, plátano, quinoa, con arándanos, grosella negra, flor de saúco, con linfa de abedul ... ahumados ... con técnicas orientales o con solera como algunos vinos españoles. Así, la cerveza ha sido una compañera en la historia para toda la humanidad. Ya se producía hace 6.000 años en Mesopotamia, en Egipto (en el mismo periodo en China y Perú). Pero en el curso de los siglos esta bebida se convirtió en parte fundamental de las culturas del norte de Europa (Dinamarca, Irlanda, Holanda, Alemania, Bélgica...) y son estos pueblos que vuelven a proponerla a Europa Mediterránea eminentemente vinícola. Indispensable para mercantes y monjes, soldados e intelectuales, ha acompañado tanto nacimientos (en la Edad Media un vaso de cerveza era lo primero que bebían las mujeres después de dar a luz) como entierros (en Irlanda esta tradición sigue viva hoy en día). Posee nutrientes esenciales: proteínas, carbohidratos, fibra soluble, calcio, potasio, magnesio, fósforo, hierro, vitaminas del grupo B y sales minerales. En la cocina añade sabor a las salsas preparadas con embutidos y quesos. Muy buena con arroces, risotti y sopas de cereales. Adquieren un gusto especial los huevos y las cremas de los rebozados cogen sabor y consistencia. El pollo, conejo, caza, carne de cerdo, salchichas, cordero y caballo están deliciosos a la cerveza. En la preparación del bacalao, anguila, salmón, marisco, trucha y pescado de agua dulce es un buen ingrediente. De los vegetales es mejor escoger coles, coliflor, patata y legumbres. El resultado es sorprendente en los pasteles de frutos secos, pan especiado, buñuelos y dulces fritos. Puede acompañar tanto a platos especiados o con mucho peso (cerveza de fermentación alta: oscura) como a platos delicados (cerveza de fermentación baja: rubias) con los dulces van bien las afrutadas o de trigo. No nos olvidemos del tópico típico birra-pizza. ITALIANA BIRRA Natural, con poca graduación, sin OGM, es compatible con una sana y moderna alimentaciòn., La cerveza italiana será la protagonista de nuestras bebidas, los diferentes tipos ofrecen una infinidad de opciones. ¿El secreto? Servirla a temperatura adecuada y en vasos apropiados.