Es la noche más loca y más alegre del año. Es la noche del 31 de diciembre según el calendario gregoriano (1582), vigilia de “Capodanno” (Año Nuevo).
Está dedicada al Santo, también al Papa Silvestro con el que la Roma pagana pasa a la cristiana. S.Silvestro muere el 31 de diciembre del año 335 y se convierte en el guía, el que transporta las almas y a las personas hacia el Año Nuevo. En la cena “cenone” la tradición dice que hay que estar despiertos “veglione” hasta pasada la media noche.En este banquete no pueden faltar ni las lentejas y ni la pata de cerdo(cotecchino o zampone).
El final del año es el momento de dar las gracias por todo lo positivo, rechazar lo negativo y dar paso a la esperanza.
Un año que va otro que viene: ¡Feliz 2019!