- 6 sesos de cordero
- 1 cebolla
- Vinagre, perejil
- Harina, aceite, sal
- 1 huevo
Limpiar con cuidado, o sea, quitar la sangre de los sesos y dejarlos en agua fría durante 15 minutos cambiándola dos veces.
Poner al fuego una cazuela con agua fría, la cebolla picada, la sal, 1 cucharada de vinagre y los sesos. Cuando empiece a hervir, quitar los sesos y pasarlos a un cuenco con agua fría. Dejarlos enfriar, quitarlos la piel y cortarlos en trozos. Ponerlos con el perejil, bien picado, y el zumo de limón a macerar durante ½ hora.
Pasar los trozos de seso por la harina y después por el huevo batido. Freírlos, a fuego alto, hasta que estén bien dorados.