Febrero deriva del latín Februa, festival que se celebraba el día 15, durante el plenilunio, y da nombre al dios romano Februus . Más tarde se celebraba el Lupercalia en honor al dios Fauno, hoy sería S. Valentín. En la antigua Roma este mes era uno de los màs importantes del año. Era el último de los doce ciclos lunares. Al terminar el año, los romanos purificaban tanto las personas como los hogares, los antepasados, incluso las ciudades. Esta tradición se conservó aunque se cambiara el calendario hacia los s.V ó s.VI que pasó a la 2ª posición del año.
El agua es un elemento purificador, se encuentra siempre en el mes dedicado a la expiación y purificación. En este mes se celebra el día de la Purificación de María, el día de las Candelas (el 2) cuando toda Roma se iluminaba con las antorchas en una procesión. También es el mes de la leche materna ( Stª Agueda, el día 5 es la patrona), siempre asociada al agua, a lo femenino, a la fertilidad, así se representa a la Madonna del Latte e le Sante Galattofore, en la Europa cristiana. La proximidad de los lagos, manantiales, cuevas sagradas y fuentes ”milagrosas” son lugares de peregrinación.
El 3 es S. Blas, protector de la garganta y vías respiratorias que pueden ser afectadas por el viento; por éso se homenajeaba al dios Bhel en este mes.
Es un mes de iniciación, de júbilo desenfrenado, hoy llamado Carnaval.