Uno de los destinos de estas vacaciones fue la fábrica De Cecco. Allí, hacia el otro mar, el Adriático, después de conducir por la serpenteante carretera del Parque Nacional d'Abruzzo y adentrarnos en el Parque Nacional de la Maiella, allí, en la profundidad del valle, donde las rocas escupen por sus siete bocas las aguas frías y cristalinas que formarán el río Verde, allí, donde el personal nos recibe con gran alegría, allí, es donde compramos las salsas de tomate tan especiales para vosotros: En Fara S. Martino.
En 1887 don Nicola De Cecco producía la mejor harina de la zona en un pequeño y artesanal molino de piedra. "Zi Nicola" transmitió su pasión y conocimiento a su hijo Filippo quien supo dar vida a una nueva etapa en la historia de la fabricación de pasta en Italia. Se empeña en seguir todo el procedimiento para garantizar la calidad absoluta, del inicio hasta el fin, de la elaboración.
En el puerto de Nápoles, en 1892, Filippo embarca hacia la primera feria alimentaria de Chicago donde con sus "maccheroni" gana la Medalla de Oro por su excelente calidad.
Después de la Gran Depresión del 29 y de la Segunda Guerra Mundial otra nueva fase de crecimiento inicia construyendo la fábrica en Pescara.
De Cecco es única en su género, amada y deseada por todos.