- Recordar que los alimentos congelados deben estar constantemente a unos -18ºC
- No volver a congelar los aliementos descongelados.
- No abrir con frecuencia el congelador; pues el aire que entra está más caliente y favorece a crear más hielo que impide la trasmisión del frio.
- La pasta fresca se puede conservar congelada hasta 3 meses.
- La pasta cruda se congela dividida en porciones extendida en una bandeja durante 1 hora; una vez congelada se mete en las bolsas con su etiqueta identificativa y la fecha.
- La pasta cruda congelada no se descongela para cocinarla; se echa directamente en el agua hirviendo (1 ½ l por cada 100grs).
- Para congelar la pasta cocida se tiene que:
- Utilizar poca grasa en las salsas, evitar el huevo y la nata que se puedan añadir después del descongelado.
- Usar poco sal y especias, que se pueden añadir después del descongelado.
- Cocer la pasta muy “al dente”. Se escurre y se enfría sumergida en agua fría, se rocía con un poco de aceite extra virgen de oliva y se mete en el contenedor destinado para la congelación.
- Para la lasagna, cannelloni: se montan mejor en recipientes que se puedan meter en el horno y bien cerrados.
- La pasta cocida se descongela en el frigorífico, se calienta al baño María y se condimenta con salsa, sal, especias y queso.
- Las pastas que van al horno (lasagne, cannelloni, timbali etc.) se descongelan igual, se destapan y se hornean a 180ºC. Después de ¼ de hora se cubren con papel de aluminio, permaneciendo en el horno así durante otros 5-10 minutos.
