La rigurosa selección de la leche “sannita" y la atenta elaboración conjugan perfectamente técnica y tradición, dando vida a “el formaggio dell'Abate”, auténtico tesoro que evoca antiguos sabores que la memoria histórica había perdido.
Olor inconfundible y sabor intenso y envolvente típico de la curación en las cuevas tufáceas.
Pasta hilada obtenida de la leche vacuna con la añadidura de fermentos lácticos y cuajo. Viene curado mínimo dos meses, periodo en el cual el queso toma su gusto típico.
La piel se presenta con un color que va desde el amarillo paja hasta el ámbar. La pasta mórbida y de gusto dulce, presenta ojos irregulares.
Se puede presentar ahumado. Se conserva en lugar fresco y seco a una temperatura no superior a los 14ºC