Muchas recetas derivan de la tradición popular, tienen orígenes antiguos y son fruto de la experiencia y del buen sentido de la alimentación: Un primer plato condimentado con salsa de verduras es una perfecta síntesis dietética entre los hidratos de carbono de la pasta, las vitaminas de las verduras, las proteínas del queso con el que se acompaña y las grasas del condimento.
Las verduras tienen que ser de buena calidad: Frescas y de la estación porque tienen más sabor y mayor aporto vitamínico.
Algunas se cocinan solas, otras con la pasta, pero todas van limpias de tierra, de eventuales partes dañadas o leñosas, de las hojas más externas o de la piel, van lavadas en agua corriente, escurridas o secadas. Otras necesitan preparaciones particulares como las alcachofas que se ponen al baño con agua acidulada (con vinagre o limón), las legumbres secas en agua durante una noche, las setas limpias con un paño húmedo y cuchillito etc.
Para 4 personas:
1 cebolla
3 calabacines
1 berenjena pequeña
150 gr de panceta ahumada
60 gr de mantequilla
500gr de tomates frescos o triturados “La Torrente”
1 ramito de albahaca
2 dientes de ajo
Aceite de oliva
Sal y pimienta
Limpiar y cortar en daditos la berenjena, la cebolla, los calabacines y la panceta. Escaldar y pelar los tomates (si son frescos).Dorar en el aceite y mantequilla la panceta, en una cazuela, después añadir la cebolla. Una vez pochada la cebolla añadir un diente de ajo, la berenjena y los calabacines. Salpimentar. Ablandadas las verduras añadir el tomate. Cocer a fuego lento durante 1 hora y ½. Antes de retirar del fuego ajustar el sabor con un picadito hecho con la albahaca y el otro ajo.