La berenjena es una hortaliza típica del verano, pues su recolección va de junio a octubre.
Originaria de la India llega a Europa gracias a los árabes convirtiéndose en un ingrediente típico de la cocina mediterránea.
Es rica en fibra y agua, baja en índices glicémicos y tiene grandes propiedades depurativas y su mineral estrella es el hierro. En lengua occitana se llama “vietese” o sea “pene de burro” por lo que se la considera afrodisíaca hasta tal punto que también se la llamó “pomo d`amore”.
No se consume cruda pues, como la patata, contiene solanina.
Preparación
La que más se presta es la clásica alargada y oscura con un toque amargo; también se puede utilizar la redonda y violeta con un regusto más dulce. Se lava con agua corriente, se seca con cuidado, se le cortan los extremos y después, horizontalmente, las rodajas de 1 cm de grosor aproximadamente (la redonda); para la alargada ½ cm de grosor las rodajas y cortadas verticalmente
Modos
En una sartén antiadherente: Sin aceite, con la sartén bien caliente bajando la temperatura una vez que estén colocadas una a continuación de la otra. Se las da la vuelta a media cocción.
En el horno: Se ponen al baño con agua y vinagre durante 5 minutos o con agua y sal durante 30 minutos. Escurrirlas y secarlas bien, colocarlas en la bandeja de horno, rociarlas con un hilito de aceite oliva y hornearlas, en horno precalentado, a 180º durante 20 minutos. Quedarán mórbidas por dentro y crujientes por los bordes.
En la parrilla: Una vez hecha la brasa, se colocarán las rodajas una al lado de la otra sobre una parrilla no muy caliente (para que no se peguen) y se tendrán unos 5 minutos por cada lado.
Receta
Una vez asadas, se les baña con un aliño hecho con aceite, ajo picadito, guindilla bien picada ( se puede sustituir por pimienta) y hierbas aromáticas (menta, albahaca, perejil, tomillo, mejorana….). Si se quieren conservar, se meten en tarros de cristal, se cubren con el aliño, se cierran herméticamente los tarros y se guardan en un lugar seco, fresco y oscuro También se pueden conservar durante 10 días en el frigorífico, siempre en un tarro bien cerrado.
De esta manera las berenjenas se pueden utilizar lo mismo como entremés que como ingrediente en primeros platos, como guarnición en carnes, pescados y quesos a la parrilla o en pizze, canapés bruschette, sandwichs, etc.
Foto de: cibochepassioneblog.it