Para 4 personas:
2 láminas de pasta fresca al huevo o de verduras“Grossi”
500 gr de calabaza
200 gr de espinacas
150 gr de requesón “Negrini”
40 gr de queso Parmesano rallado
La piel de ½ limón rallada
6 hojas de salvia
15 gr de mantequilla “Ferrarini”
Nuez moscada rallada, sal y pimienta molida
Cocer la calabaza, escurrirla y pasarla por la criba o pasapuré.
Cocer las espinacas, escurrirlas, estrujarlas y triturarlas.
Echar el pasado de calabaza en una sartén, darle sabor con sal, nuez moscada, la ralladura de limón y la mitad del queso. Dejarlo hervir durante 3 minutos, quitar del fuego, echarlo en un bol, dejarlo enfriar y meterlo en el frigorífico.
En una sartén, sofreír las espinacas en la mantequilla, darlas sabor con sal, nuez moscada y pimienta. Dejarla enfriar. Añadir el requesón y el resto del queso. Mezclar.
Sobre la lámina de pasta extender, primero, la calabaza, después, las espinacas, dejando los bordes libres. Enrollar la pasta formando un cilindro. Envolverlo en un trapo o gasa blanco. Atarlo con una cuerda y cocerlo en agua hirviendo con sal durante 15 minutos. Dejarlo reposar en el frigorífico hasta que esté bien compacto (ideal si se prepara el día anterior), así a la hora de cortarlo las rodajas quedarán mejor, enteras.
Colocar las rodajas en una fuente de horno, distribuir 20 gr de mantequilla y 15 gr de queso Parmesano rallado y gratinar durante 15 minutos en horno a 180ºC.
El vino aconsejado es u blanco del Monferrato “Gavi”.