Se obtiene fundiendo los trozos de carne de cerdo que tienen mucha grasa y que se desechan cuando se escoge la carne para otras preparaciones.
La grasa que resta en el frito, se puede prensar más para sacar más grasa fundida, quedando los famosos “chichos”. Al norte de Italia, al contrario de las regiones centro meridionales, no se suele utilizar la manteca para preparar guisos. Se usa para freir (ya que es más sabrosa que el aceite) o para dar más sabor a “focacce” y algún dulce.
Se usa cuando está muy fresca, pues si no tiende a arranciarse.
Se conserva en lugar fresco, seco y oscuro.