Hace unas semanas fuimos invitados a la fábrica de “salumi” Negrini en Renazzo, provincia de Ferrara. Para empezar, Nicoletta Negrini nos invitó a visitar la casa de sus padres en el territorio Estense, entre Módena y Ferrara, donde su madre sigue con la tradicional producción del vinagre balsámico, que se remonta al 1770. Es desde entonces que las señoras de la familia producen su proprio vinagre balsámico, en la guardilla de sus casas, de forma artesanal. Un proceso de producción de antaño, donde las cubas son heredadas y cuidadas con mimo, para que el resultado de todo el proceso sea un producto exquisito. La señora Negrini nos recibió con un aperitivo, al despedirnos, nos regaló una botellita de su balsámico y compartió con nosotros su casa y su saber.
También tuvimos el privilegio de asistir a las plantas donde se producen los “salumi”. Allí, Carlo Negrini nos guió y nos explicó, como profesional y como conocedor, los procesos de producción, que respetando la tradición, constantemente investiga nuevas posibilidades para satisfacer las exigencias de los clientes de todo el mundo.
Verdaderamente impecables las instalaciones, donde varias de ellas siguen funcionando con el sistema tradicional, que han otorgado a Negrini el reconocimiento de la Slow Food. Finalizamos con una degustación variada de sus excelentes productos.
Toda la familia Negrini ha hacho que para nosotros esta experiencia haya sido única. Ha sido todo un honor asistir a este viaje que, sin duda alguna, nos hace seguir confiando, aún más, en la calidad de uno de nuestros principales proveedores gourmet. A continuación os dejamos una pequeña selección de fotografías.
Y para terminar una anécdota:
Tanto en el aeropuerto de Barcelona donde hicimos escala, como en el de Bilbao,nos hicieron abrir la maleta para comprobar que “el objeto sospechoso” que estaba en ella no era más que la “mortadella al tartufo” con la que nos homenajeó la familia Negrini.