Lycopersicum esculetum en un principio fue una planta ornamental. En el setecientos es cuando se descubrió sus delicias en la cocina. Hay tomates rojos, verdes, amarillos… los verdes no hay que confundirlos con los no bien maduros, ricos en solanina sustancia tóxica.
Tomati o tomatl del azteca, en su origen era amarillo, en Europa se vuelve rojo debido a la presencia del licopeno, un antioxidante. Al “Pomme d´amour” se le atribuyeron potenciales afrodisiacos, tanto que se utilizaba en pociones y filtros amorosos. En Francia era costumbre que los hombres ofreciesen plantas de tomate a las damas, como acto de amor cortés.
El tomate maduro nos proporciona hidratación, frescura y sales minerales. Contiene vitamina A, C, D, E y del grupo B, poca grasa y carbohidratos y minerales como el potasio, hierro, zinc, selenio, fósforo y calcio. Combate los radicales libres.
Variedades:
- Tomatitos cereza: Son pequeños, redondos y rojos brillantes. Se venden en racimo. Se usan crudos, aplastados y para preparar salsas rápidas.
- Tomates de pera: Los más famosos son los San Marzano. Perfectos para conservarlos. Tienen pocas semillas.
- Tomates de Sorrento: Es la base de la ensalada Caprese. Tiene un sabor dulce y delicado gracias al clima y a la cercanía del mar. Es grande, redondo. Su color va del rosa vino al rojo con sombras verdes. Cuando está completamente maduro se le pueden ver sus inconfundibles grietas.
- Tomatitos negros: Su sabor particularmente intenso y su color inesperado dan a cualquier receta un toque original. Su característica más importante es la presencia de antiocianinas, molécula que contrasta los radicales libres, protegiendo así el envejecimiento celular.
- Tomatitos amarillos :Pequeños y redondos es un alimento rico y sano. Su característico sabor fuerte y dulce hace que sean ideales en los primeros platos, óptimos con la carne o pescado, y perfectos para dar un toque original a las recetas.
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