El risotto es, junto con la pasta, una de las más afortunadas creaciones de la cocina italiana. Se prepara a partir de, esencialmente, un ingrediente: el arroz. Carnaroli es el más apropiado al que acompaña caldo, vino, mantequilla y queso Parmigiano Reggiano.
Los italianos lo definen "minestra asciuta", es deci, menestra seca, lo que significa que el resultado sea cremoso, no caldoso, para comer con el tenedor. Tiene que estar "legatto", ligado, unido como un todo, por el almidón que suelta el arroz lentamente a lo largo de su cocción; de ahí que el método de cocinarlo sea ir agregando el caldo, caliente a punto de hervor, en pequeñas cantidades para que el arroz se cueza absorbiendo el líquido poco a poco, mientras que se le remueve para que ceda el almidón y así se forme la crema que unirá los granos enteros y al dente.
Risotto con formaggio Cacionerone
Risotto ai formaggi con pomodori secchi
Risotto nero integrale con rogout di capesante,gamberi e asparagi